La entidad bancaria NOVA CAIXA GALICIA (incluida su filial EVO Banco) entre el año 2006 y el año 2009 principalmente, vinculó la concesión de la mayor parte de sus préstamos hipotecarios a la suscripción, por parte del cliente, de un “contrato de cobertura sobre hipoteca”.

Este producto, que se firmaba como un documento anexo junto a la hipoteca, ha resultado ser en realidad un producto bancario tóxico, que fue comercializado bajo diferentes denominaciones, tales como permuta financiera o swap hipotecario.